El vino es una parte importante de la economía y la vida social de este municipio. Gracias a su altitud, temperatura y humedad, siempre se han dado bien los viñedos. Hay noticias de ellos por el año 1.000, pero seguramente esta tradición tenga sus orígenes en la época romana.
Aún hoy se conservan unas 150 antiguas bodegas y unos diez lagares que se han usado hasta hace unos años. Aunque algún vecino hace su vino para uso particular a la antigua usanza, la mayoría llevan su cosecha de uva a la Cooperativa Arlanza o a la bodega del pueblo. Aquí se han especializado en la elaboración de vinos de reserva, y tintos o rosados de crianza en barrica de roble.
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