“De Juana I de Castilla y lo que aconteció… en Sta. Mª del Campo”

Con esta representación se intenta revivir el momento histórico en el que la reina Juana I de Castilla visitó nuestro pueblo acompañada del cortejo fúnebre de su esposo, recreando los días que pasó entre nosotros e imaginándonos como sería nuestro pueblo y sus gentes en ese momento.

Su estancia en nuestro pueblo aunque no fue muy extensa fue suficiente para que ocurrieran algunos hechos relevantes que desde siempre han estado en la memoria de todos sus habitantes y se han ido transmitiendo de generación en generación.

El texto de la obra es de Andrés García de Ronco Teatro, basado en los textos “Locura de Amor” de Manuel Tamayo y Baus y “La reina que no quiso reinar” de Jesús Carazo.

La obra es itinerante y se desarrolla en distintos escenarios a lo largo del pueblo.

La primera escena se desarrolla en el Arco de la Vega, una de las tres puertas que se conservan de la antigua muralla. En esta escena los señores de Torremoronta, Don Francisco de Barahona y Doña María Herrera, nobles de la zona, reciben a la reina y al cortejo fúnebre a su llegada al pueblo ofreciéndole alojamiento en su casa.

El cortejo fúnebre continúa hasta la Casa del Cordón, antigua casa de los señores Barahona, donde se detiene a descansar y pide al resto del acompañamiento que continúe hasta la iglesia.

En el camino hasta la iglesia de desarrollan distintas escenas en las que son protagonistas vecinos del pueblo: una discusión entre vecinas, jóvenes con malabares, juegos infantiles…

Una vez en la Plaza Mayor un Ciego acompañado de dos Lazarillos narran  en un Cantar de Ciego la vida de la reina Juana, desde su nacimiento hasta la muerte de su esposo, el final del cantar de ciego coincide con la llegada del cortejo fúnebre a la iglesia.

El resto de la representación se desarrolla dentro de la iglesia en tres escenas. La primera está interpretada por mujeres del pueblo que en el momento de la llegada del cortejo fúnebre están ornamentando la iglesia ya que al día siguiente allí se iba a celebrar la imposición del capelo cardenalicio a Don Francisco Jiménez de Cisneros.

En la segunda la reina Juana acompañada de sus damas entra encolerizada en la iglesia, ella entiende que con los preparativos para la imposición del capelo cardenalicio a Cisneros no se está guardando el debido respeto a las exequias de su esposo.

En la última escena el cardenal Cisneros llega a la iglesia y mantiene una discusión muy intensa con la reina…

El final de la representación ni se puede ni se debe revelar, y esto es simplemente una breve síntesis de cómo se desarrolla la obra, llena de referencias históricas, en la que se además se interpreta música de la época, la reina Juana era una gran amante de la música y en el cortejo fúnebre los músico tenían un papel fundamental.

La idea

Este proyecto comenzó con la celebración del quinto centenario del paso de Juana I de Castilla por Santa Maria del Campo. Fue el rey Fernando El Católico quien mandó instalar la corte en esta villa en el verano de 1507.

La conmemoración de un hecho histórico tan importante para nuestro pueblo nos movilizó. Nuestra motivación principal fue indagar en nuestro pasado y dar a conocer el patrimonio artístico y cultural que nos ha llegado hasta nuestros días. Por medio de una iniciativa juvenil a la que se fueron sumando numerosas colaboraciones, conseguimos una gran participación en una obra de teatro que tiene lugar en el escenario real donde acontecieron los hechos dando lugar a una representación en la que público y actores comparten una historia y se trasladan en el tiempo.

El gran éxito de esta iniciativa nos ha llevado a continuar innovando y mejorando este proyecto que une en une por medio del teatro a las gentes de Santa Maria del Campo y sus visitantes.

 

 

Juana ¿La Loca?, La leyenda

La leyenda que ha perdurado en el tiempo nos presenta a una mujer incapacitada para reinar, condenada a la locura y al romanticismo. El sobrenombre de “Juana La Loca” ha sido recogido en los libros de historia. En muchas ocasiones se le ha añadido “loca de amor” para confabular más aun su leyenda; la historia de una joven enamorada que enloquece ante la muerte repentina de su marido.

La reina Juana I de Castilla ha sido uno de los personajes más interesantes e importantes de nuestra historia. Hija de los Reyes Católicos, contribuyó con su matrimonio a la expansión del reino. Fue madre de dos emperadores de Alemania y de cuatro hijas que fueron reinas de Portugal, Francia, Dinamarca y Hungría.

Por desgracia, su poder legítimo se vio amenazado constantemente por sus “adversarios” que se disputaban su corona y el reino de Castilla.

Historiadores como M.Prawdin (1953) han señalado una serie de circunstancias que favorecieron que se creara esta imagen de mente perturbada. Sus defensores y retractores utilizaban su supuesta cordura o locura para influir en las decisiones del reino aunque la reina, inteligente y fuerte, no se lo puso fácil.

La época

Tras el fallecimiento de la Reina Isabel en 1504, Juana era nombrada reina propietaria de Castilla y León siguiendo el testamento de la reina católica

En los primeros días del mes de septiembre de 1507 don Felipe jugaba un partido de pelota con sus más allegados en Burgos. Después de practicar deporte, bebió agua helada, por lo que al día siguiente se sintió con fiebre. Nunca se curó y el día 25 de septiembre de 1507 fallecía, especulándose que pudo haber sido envenenado, lo que no se pudo probar.

Santa María del Campo, hasta el siglo XI se llamaba simplemente Campo, lo que no deja de ser justo, pues en sus alrededores apenas hay un palmo de terreno sin arar. Fue una villa de labradores orgullosos con un alto sentido del honor: todos los propietarios eran iguales, no estaban sometidos a ningún feudo y podían escoger libremente el señor que los protegiera. Los hidalgos que quisieran adquirir la condición de vecinos en la Behetría debían renunciar a sus privilegios pues de lo contrario, no se les permitía siquiera pasar la noche. Como testimonio de la prosperidad económica de la villa, basada en el cereal y la ganadería de ovino, queda la Iglesia

Merece la pena mencionar el régimen de las Behetrías, características del Reino de Castilla, al norte del río Duero durante la Edad Media. Behetría se define como aquella población cuyos vecinos tenían derecho a elegir a su señor. Las prestaciones de los hombres de Behetría se pueden dividir en prestaciones debidas al señor (divisera, infurción, yantar y sernas) y prestaciones debidas al Rey (servicio, monedas, fonsadera y martiniega).