Lerma, también conocida como Villa Ducal de Lerma, es una villa y un municipio español. Se encuentra en el partido judicial de Lerma, comarca de Arlanza, provincia de Burgos. Está situada sobre un altozano que domina la vega del río Arlanza.
La historia y el desarrollo de la villa están irrevocablemente unidos al mecenazgo de Francisco de Sandoval y Rojas, primer duque de Lerma, valido y favorito del rey Felipe III, y por extensión al Ducado de Lerma.
Turísticamente, forma con las vecinas localidades de Covarrubias y Santo Domingo de Silos el llamado Triángulo del Arlanza. Es además, desde la Edad Media, paso obligado en la Cañada Real Burgalesa, que une Extremadura y la Sierra de la Demanda.
La villa fue al Valladolid cortesano (1601-1606) lo que El Escorial a Madrid, fue declarada conjunto histórico-artístico en 1965. Es conocida por ser el principal conjunto arquitectónico herreriano de España y alberga el único parador de turismo de la provincia de Burgos, ubicado en el Palacio Ducal de Lerma, considerado uno de los diez mejores paradores de España.
Además, cuenta con uno de los pocos campos de golf de 18 hoyos en Castilla y León, el Club de Golf de Lerma. Otro hecho por el cual la Villa Ducal se ha hecho muy popular es por contar con tres conventos de monjas de clausura que hospedaban a más de un centenar de religiosas. Las comunidad del recientemente fundado Instituto religioso Iesu Communio (Comunión de Jesús), abandonaron Lerma en 2015, manteniendo en la actualidad la venta de dulces artesanos en dicho convento.
Su Plaza Mayor, con 6.862 metros cuadrados,6 es una de las más grandes de España, por delante de la Plaza Mayor de Salamanca.
Accesos por carretera:
Lerma es una villa de fundación prerromana, de tribus celtibéricas (vacceos). Tierra de paso, situada en lugar estratégico que domina el río Arlanza, vivió diferentes culturas: romanos, suevos, visigodos, árabes, etc. Desde el año 900, el avance cristiano sitúa su frontera en el río Arlanza, iniciándose su repoblación, e instalando a lo largo del río una serie de posiciones fuertes y castillos, entre los que se encontraba el de Lerma.
El lugar elegido para emplazar Lerma no pudo ser más adecuado, encrucijada de caminos y con unas inmejorables condiciones físicas y topográficas. Muy pronto el pequeño caserío se amuralla, disponiendo de cuatro puertas de entrada, de las que se conserva el llamado “Arco de la Cárcel”, puerta principal de la antigua muralla medieval.
A finales del siglo X, del territorio o distrito de Lerma fueron segregados varios lugares que pasaron a depender del infantado de Doña Urraca en Covarrubias. Cerca de Lerma, Almanzor vence al Conde Sancho García en las peñas de Cervera, momento en que Lerma sufre por última vez los efectos del castigo musulmán. En el siglo XI empieza a vivir los tiempos de los señoríos, pasando a formar parte de los reinos leonés y aragonés. Tienen lugar las luchas entre los Castro y los Lara, nobles belicosos, que se enfrentarán en repetidas ocasiones a los reyes castellanos en sus luchas dinásticas (Fernando III el Santo y Alfonso XI, el del Salado, sitiaron en varias ocasiones la Villa de Lerma). Extinguido el linaje de los Lara, la villa pasó a formar parte de las propiedades del Rey, continuando como realenga hasta 1414, en que Fernando de Antequera hizo donación de la villa y sus propiedades con todos sus términos a Diego Gómez de Sandoval y Rojas por su apoyo en la batalla de Antequera y las luchas contra el Conde de Urgel.
Poco a poco Lerma abandona el espíritu guerrero y la vida turbulenta y agitada de sus antecesores, convirtiéndose en fiel servidora de la familia real. En 1574 Don Francisco Gómez de Sandoval y Rojas recibió el mayorazgo de la Casa, como IV Conde de Lerma y V Marqués de Denia. El primer paso fue convertir en ducado el título de Conde, llevando a segundo término el marquesado de Denia y fijando en Lerma la cabeza de sus estados. El traslado de la Corte española a Valladolid en enero de 1601 fue decisivo para que el Duque de Lerma concibiera la idea de crear una corte propia en su villa, para restringir aún más el núcleo cortesano alrededor de Felipe III, que mostraba escaso interés y poca capacidad por los asuntos políticos y de gobierno. Veinte años se mantuvo el Duque de Lerma como privado del rey. Durante este período Lerma se vio engrandecida y favorecida. Bajo su patrocinio, entre 1600 y 1617, se erigió uno de los conjuntos histórico-artísticos mejor conservados de España, de estilo herreriano. En él intervinieron los mejores arquitectos reales de la época, Francisco de Mora, Juan Gómez de Mora y Fray Alberto de la Madre de Dios. Lerma se convirtió en Corte de Recreo, adonde acudían personajes relevantes y artistas (Góngora, Lope de Vega, etc.), y se celebraban fiestas y banquetes en honor de los Reyes de España. En Lerma nació el séptimo hijo de Felipe III, la Infanta Margarita, que fue bautizada con toda pompa y solemnidad en el Convento de las Clarisas.
Obtuvo el Duque exorbitantes concesiones reales, en títulos y riquezas. El ducado de Lerma comprendía 40 villas y lugares de señorío y seis de behetría, que con sus impuestos engrosaron las arcas ducales. Parte de ellos los invirtió Don Francisco en la construcción de edificios en su villa: el Palacio Ducal, la Plaza Mayor de Armas con sus edificaciones, seis monasterios y una Iglesia Colegial, aparte de reparaciones en otros edificios; también estableció una industria de paños y tintes, una imprenta con licencia real, y un hospital. Antes de su precipitada caída del poder, se acogió a la dignidad cardenalicia, para escapar de las iras y de las amenazas de sus numerosos enemigos.
Alejado de la Corte en 1620, los últimos días de su vida transcurrieron entre Lerma y Valladolid, obligado a devolver las enormes sumas que había defraudado. Murió en Valladolid el 18 de mayo de 1625. Sus sucesores, entre pleitos y devoluciones, hicieron que aquel conato de vida cortesana se fuera apagando, y quedara olvidada la villa en lo restante del siglo XVII. Muchos escritores de los siglos XVIII y XIX relatan en sus crónicas viajeras los encantos pintorescos y exóticos de esta villa castellana, destacando la monumentalidad y frialdad del Palacio Ducal, y la belleza del paisaje. Durante la Guerra de la Independencia fue ocupada por las tropas francesas, al ser paso obligado y punto de apoyo necesario en las rutas de correos y convoyes y, a pesar de la casi continua guarnición extranjera y ser el centro de operaciones de grupos guerrilleros, la retirada de las tropas imperiales trajo consecuencias nefastas: incendiaron el Palacio y saquearon los conventos, perdiéndose joyas y obras de arte de un valor incalculable.
Durante las guerras carlistas, los soldados liberales convivieron en armonía pacífica con los religiosos de la villa. El Decreto desamortizador de Mendizábal supuso un duro golpe para la vida monástica. Se abandonaron propiedades y de los seis monasterios, tres quedaron deshabitados.
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Qué visitar
Eventos de interés
Fecha: 1 – 3 de Mayo
El recinto ferial se sitúa en las antiguas eras con una superficie aproximada de 120.000 m2. Además, dentro del casco urbano se instala un enorme rastro o mercado, que ocupa cerca de 35.000 m2 y Feria de Automoción. La afluencia de visitantes es elevada y creciente cada año, llegando a rondar los 100.000 visitantes.
Fecha: Primer fin de semana de agosto.
En el S. XVII España fue un país de contrastes: de grandezas y de miserias, de esplendor político y de bancarrotas económicas, de decadencia demográfica y de florecimiento artístico, fue el Siglo de Oro de las letras y de artes plásticas. En el siglo XVI Carlos I y Felipe II quisieron imponer con las armas la hegemonía de España en Europa. El Duque de Lerma, valido de Felipe III, se empeñó en mostrar la grandeza española, impresionando a los embajadores extranjeros con aquellas grandes fiestas, que ocultaron por algún tiempo la decadencia de una nación agotada por las guerras del siglo anterior.
Fecha: 8 de septiembre.
Celebraciones dedicadas a la patrona, la Natividad de Nuestra Señora, que tiene su festividad el día 8 de septiembre.
Durante varios días se desarrollan diferentes actividades culturales, deportivas, religiosas, etc. El sábado anterior a las fiestas en sí, se desarrolla la Proclamación de la corte de honor. El acto que da comienzo realmente a las fiestas es el chupinazo que se se lleva a cabo desde el Balcón del duque del Palacio lermeño. Desfiles de peñas, corridas de toros, verbenas, fuegos artificiales, conciertos, romería…
Más de 25 peñas dan color y animan las calles de la villa durante estos días.
Lerma, also known as Villa Ducal de Lerma (the ducal town of Lerma), is a Spanish town and municipality. It is in the judicial district of Lerma, in the Arlanza region in the province of Burgos. Lerma sits on a small hill overlooking the banks of the Arlanza river.
The town’s history and development are inextricably linked to the patronage of Francisco de Sandoval y Rojas, King Phillip’s valido (favourite) and the first Duke of Lerma and to the creation Duchy of Lerma.
In terms of tourism, Lerma and the neighbouring towns of Covarrubias and Santo Domingo de Silos form what is known as the Arlanza Triangle. Since the Middle Ages it has been an essential part of the Cañada Real Burgalesa (drover’s trail) between Extremadura and the Sierra de la Demanda.
The town was to the court at Valladolid (1601-1606) what the El Escorial was to Madrid, and was declared a site of historic and artistic interest in 1965. Lerma is famous for being the main centre in Spain of the Herrera style of architecture, and the Ducal Palace of Lerma has been restored as Burgos’ only parador, rated one of the 10 best paradors in Spain.
It is also one of the only towns in Castilla y León to boast an 18-hole golf course, at the Club de Golf de Lerma. Another reason why this ducal town has been so popular is its three convents of cloistered nuns which were once home to more than a hundred nuns. The recently founded Iesu Communio (Communion of Jesus) religious community left Lerma in 2015, although handmade sweets are still sold at the convent.
At 6862 m², Lerma’s Plaza Mayor is one of the largest squares in Spain, bigger even than the Plaza Mayor in Salamanca.
Lerma has been a settlement since the pre-Roman era, founded by the Celtiberian Vaccaei tribe. At a crossroads and in a strategic position above the Arlanza river, Lerma has been settled by different cultures: Romans, Suebi, Visigoths, Arabs and more. From the year 900 the Christian kingdom advanced towards the Arlanza River, repopulating the area and constructing a series of strongholds and castles along the river including in Lerma.
The site chosen to create what became Lerma could not have been better, at a crossroads and with excellent physical and topographical features. The small hamlet soon became a walled village with four entry gates of which only the Arco de la Cárcel remains, the main gate in the old medieval city walls.
At the end of the 10th century several parts of the district or territory of Lerma were separated and became part of the estate of the Infanta Doña Urraca in Covarrubias. Near Lerma, Almanzor defeated Count Sancho García in the Peña de Cevera (part of the Sierra de la Demanda mountain range) but it was the last time Lerma would suffer at the hands of the Muslim ruler. The 11th century saw the emergence of the nobility, when Lerma became part of the kingdoms of León and Aragon. There was competition between warring nobles, the Castro and Lara families in particular, who clashed on many occasions with the Castilian kings during their dynastic battles with Ferdinand III, also called Saint Ferdinand, and Alfonso XI of the Battle of Río Salado both laying siege to Lerma on several occasions. With the end of the Lara lineage, the town became properties of the king, continuing to be royal lands until 1414 when Ferdinand of Antequera gave the town and all its lands and property to Diego Gómez de Sandoval y Rojas in recognition for his support in the battle of Antequera and the battles against the Count of Urgel.
Lerma slowly became less warlike, abandoning the turbulent and unsettled life of its founders, to become a trusted ally of the royal family. In 1574 Francisco Gómez de Sandoval y Rojas inherited the estate, becoming the IV Count of Lerma and the V Marquis of Denia. His first move was to change his title of count to that of duke, placing less importance on the marquisate of Denia and making Lerma his main estate. The transfer of the Spanish court to Valladolid in January 1601 was a decisive factor in the Duke of Lerma’s plan to create his own court in the town to further restrict the courtiers surrounding Philip III, a king who showed little interest and less ability for matters of politics and government. The Duke of Lerma was the king’s favourite for 20 years. During this time Lerma was favoured and grew rich. Under the duke’s patronage, between 1600 and 1617 Lerma became one of Spain’s best preserved historic and artistic complexes, in the Herrera style. The best royal architects of the day were involved in its creation, including Francisco de Mora, Juan Gómez de Mora and friar Fray Alberto de la Madre de Dios. Lerma became an area for courtly pleasure where important figures and artists (Góngora, Lope de Vega and others) would hold parties and banquets in honour of the Kings of Spain. Philip III’s seventh child, the Princess Margarita, was born in Lerma and baptised with great pomp and circumstance in the Clarisse convent.
The duke received extravagant royal concessions in the form of titles and riches. The Duchy of Lerma encompassed 40 burghs and manors and six behetría (plebian lordships), which provided taxes to swell the ducal coffers. Francisco invested part of this money constructing new buildings in the town. He built the Ducal Palace of Lerma, Plaza Mayor de Armas with its adjoining buildings, six monasteries and a collegiate church as well as repairing other buildings. He established a cloth and ink industry, a publishing press with a royal licence, and a hospital. Before his fall from power he acquired the status of cardinal, to give him immunity from the wrath and threats of his many enemies.
Banished from court in 1620, his last days were spent between Lerma and Valladolid, forced to return the enormous sums he had defrauded. He died in Valladolid on 18 May 1625. His successors, embroiled in lawsuits and debts, ensured that Lerma’s vision of courtly life declined, and the town fell out of favour for the rest of the 17th century. Many 18th and 19th century writers describe the picturesque and exotic charms of this Castilian town in their travellers’ tales, highlighting the Ducal Palace’s coldness and grandeur and the beauty of the landscape. With its strategic location as an essential staging point for post convoys, during the War of Spanish Independence Lerma was occupied by French troops. Despite the almost continuous foreign garrisons and being the centre of operations for guerrilla groups, the withdrawal of imperial troops brought dire consequences: the Palace was set on fire and the convents sacked, with the loss of priceless jewels and artworks.
During the Carlist Wars, the liberal soldiers lived in peaceful harmony with the town’s religious inhabitants. Mendizábal’s ecclesiastical confiscations were a hammer blow to monastic life. Properties were abandoned and, of the six monasteries, three were abandoned.
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What to visit
Interesting events
Date: 1 – 3 May
The fair is held on the site of the former threshing grounds, an area of around 120,000 m². Also, the town centre holds a large 35,000 m2 craft market and a motor show. Annual visitors number almost 100,000 and this figure increases every year.
Date: The first weekend in August.
In the 17th century Spain was a country of contrasts: great richness and abject poverty, political splendour and bankruptcy, a declining population and artistic flowering, it was the Spanish Golden Age of art and literature. In the 16th century, Charles I and Philip II tried to impose Spanish hegemony in Europe through military means. The Duke of Lerma, Philip III’s favourite, dedicated himself to promoting Spanish grandeur, impressing foreign ambassadors with extravagant festivities which temporarily concealed the decline of a nation drained by the wars of the previous century.
Date: 8 september.
The town’s patron saint celebrations, la Natividad de Nuestra Señora (the birth of Our Lady), are held on 8 September.
Different cultural activities and sporting and religious events are held over several days. The Saturday before the patron saint festivals sees the proclamation of the Court of Honour. The celebrations are opened with the chupinazo, a loud firecracker which is fired from the balcony of the Ducal Palace of Lerma. There are parades organised by the town’s peñas (cultural associations), running of the bulls, open-air dances, fireworks, concerts and pilgrimages.
Over 25 peñas provide a touch of colour and entertainment to the streets during the festivities.
Lerma, également connue sous le nom de Villa Ducal de Lerma, est une ville et municipalité espagnoles. Elle se trouve dans la circonscription judiciaire de Lerma, région d’Arlanza et province de Burgos. Elle se situe sur une colline qui domine la vallée de la rivière Arlanza.
L’histoire et le développement de la Villa sont irrévocablement unis au mécénat de Francisco de Sandoval y Rojas, duc de Lerma, favori ou « valido » du roi Philippe III d’Espagne, et par extension du Duché de Lerma.
D’un point de vue touristique, Lerma forme avec les localités voisines de Covarrubias et Santo Domingo de Silos, le Triangle de l’Arlanza (« Triángulo del Arlanza »). Depuis le Moyen Âge, Lerma est le passage obligé dans la Cañada Real Burgalesa (chemin de transhumance royal situé au centre de la péninsule Ibérique), qui unit l’Estrémadure et la Sierra de la Demanda.
La ville fut à Valladolid (1601-1606) ce que l’Escorial à Madrid. Elle fut déclarée site historique et artistique en 1965. Elle est connue pour être le principal complexe architectural herrérien d’Espagne et abrite le seul Parador de turismo de la province de Burgos, situé dans le Palais Ducal de Lerma et considéré comme l’un des dix meilleurs Paradors d’Espagne.
Elle possède également l’un des rares parcours de golf 18 trous de Castille et Léon, le Club de Golf de Lerma. Un autre fait pour lequel la ville ducale est devenue très populaire est la présence de trois couvents de moniales cloîtrées qui abritent plus de cent religieuses. Les communautés de l’Institut religieux Iesu Communio (Communion de Jésus) récemment fondé, abandonnèrent Lerma en 2015, et maintenant la vente de bonbons artisanaux dans ce couvent.
Sa Plaza Mayor, d’une superficie de 6 862 mètres carrés, est l’une des plus grandes d’Espagne, devant la Plaza Mayor de Salamanca.
Lerma est une ville préromaine des tribus celtibères (Les Vaccéens). Terre de passage, située à un endroit stratégique surplombant la rivière Arlanza, elle a connu différentes cultures : Romains, Suèves, Wisigoths, Arabes, etc. Depuis l’an 900, l’avancée chrétienne situe sa frontière dans la rivière Arlanza, commençant son repeuplement, et installant le long du fleuve une série de positions fortes et de châteaux, dont celui de Lerma.
L’endroit choisi pour implanter Lerma n’aurait pu être plus approprié, un carrefour de voies de communication aux conditions physiques et topographiques imbattables. Très vite, le petit hameau fut fortifié, avec quatre portes d’entrée, dont la fameuse « Arche de la Prison », la porte principale de l’ancienne muraille médiévale, qui a été conservée.
À la fin du Xe siècle, plusieurs endroits du territoire ou du district de Lerma furent ségrégués et dépendaient de l’infantado de Doña Urraca à Covarrubias. Près de Lerma, Almanzor vainc le comte Sancho García dans les peñas de Cervera, lorsque Lerma subit pour la dernière fois les effets du châtiment musulman. Au XIe siècle, débute l’époque des seigneuries, devenant partie intégrante des royaumes de Léon et d’Aragon. Des combats se déroulent entre les Castro et les Lara, nobles guerriers, qui affronteront à plusieurs reprises les rois castillans dans leurs combats dynastiques (Fernando III le Saint et Alphonse XI, celui de Salado, assiégèrent à plusieurs reprises la Villa de Lerma). Lorsque la lignée des Lara s’éteignit, la ville devint une des propriétés du Roi, continuant comme une royauté jusqu’en 1414, quand Fernando de Antequera fit don de la ville et de ses propriétés avec toutes leurs conditions à Diego Gómez de Sandoval y Rojas pour son soutien dans la bataille d’Antequera et les combats contre le Comte d’Urgel.
Peu à peu, Lerma abandonne l’esprit guerrier et la vie turbulente et agitée de ses ancêtres pour devenir une servante fidèle de la famille royale. En 1574, Don Francisco Gómez de Sandoval y Rojas reçut le majorat de la Maison, comme IV Conde de Lerma et V Marqués de Denia. La première étape consista à convertir le titre de comte en duché, en prenant pour second mandat le marquisat de Denia et en installant à Lerma le chef de ses états. Le transfert de la Cour d’Espagne à Valladolid en janvier 1601 fut décisif pour que le duc de Lerma conçoive l’idée de créer sa propre cour dans sa ville, de restreindre davantage le noyau de la cour autour de Philippe III, qui manifesta peu d’intérêt et de capacité pour les affaires politiques et gouvernementales. Le duc de Lerma resta le favori du roi pendant vingt ans. Pendant cette période, Lerma est agrandie et favorisée. Sous son patronage, entre 1600 et 1617, l’un des ensembles historico-artistiques les mieux conservés d’Espagne fut érigé, dans le style herrérien. Les meilleurs architectes royaux de l’époque, Francisco de Mora, Juan Gomez de Mora et Fray Alberto de la Madre de Dios, y participèrent. Lerma devint une cour de divertissements, où d’importants personnages et artistes (Góngora, Lope de Vega, etc.) se rendirent. Des fêtes et banquets furent célébrés en l’honneur du roi et de la reine d’Espagne. À Lerma naquit le septième enfant de Philippe III, l’Infante Marguerite Françoise, qui fut baptisée en grande pompe et solennité au couvent des Clarisses.
Le duc obtint des concessions royales colossales en titres et en richesses. Le duché de Lerma comprenait 40 villas et lieux de seigneurie et six de villégiature, qui avec leurs impôts grossirent les coffres ducaux. Don Francisco en investit une partie dans la construction de bâtiments dans sa villa : le Palais Ducal, la Plaza Mayor de Armas et ses bâtiments, six monastères et une Église collégiale, en plus des réparations dans d’autres bâtiments ; il établit également une industrie de tissus et de teintures, une imprimerie sous licence royale, et un hôpital. Avant sa chute précipitée du pouvoir, il se réfugia dans la dignité d’un cardinal, pour échapper à la colère et aux menaces de ses nombreux ennemis.
Retiré de la Cour en 1620, il passa les derniers jours de sa vie entre Lerma et Valladolid, contraint de rendre les énormes sommes qu’il avait escroquées. Il mourut à Valladolid le 18 mai 1625. Ses successeurs, entre procès et renvois, firent sortir cette tentative de vie de courtisane, et la villa fut oubliée pour le reste du XVIIe siècle. De nombreux écrivains des XVIIIe et XIXe siècles racontent dans leurs chroniques les charmes pittoresques et exotiques de cette ville castillane, soulignant la monumentalité et la froideur du Palais Ducal, ainsi que la beauté du paysage. Pendant la guerre d’indépendance, elle fut occupée par les troupes françaises, car elle était un passage obligatoire et un point de soutien nécessaire sur les routes des postes et des convois et, malgré la présence quasi continue de garnisons étrangères et le fait qu’elle était le centre des opérations des groupes de guérilla, le retrait des troupes impériales eut des conséquences néfastes : ils brûlèrent le palais et pillèrent les couvents, perdant des bijoux et des œuvres d’art d’une valeur inestimable.
Pendant les guerres carlistes, les soldats libéraux vivaient en harmonie pacifique avec les religieux du village. Le décret de désamortissement de Mendizábal (Decreto desamortizador) frappa durement la vie monastique. Les propriétés furent abandonnées et sur les six monastères, trois furent laissés inhabités.
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Que visiter
Évènements d’intérêt
Date: Du 1er au 3 mai
Le parc des expositions est situé sur les anciennes aires de battage avec une superficie d’environ 120 000 m2. En outre, dans la zone urbaine, on trouve un énorme « rastro » ou marché, qui occupe environ 35 000 m2 ainsi que le Salon de l’automobile. La fréquentation est élevée et augmente chaque année, atteignant environ 100 000 visiteurs.
Date: Premier week-end d’août.
Au XVIIe siècle, l’Espagne était un pays de contrastes : de grandeur et de misère, de splendeur politique et de faillites économiques, de déclin démographique et d’épanouissement artistique, ce fut le Siècle d’or espagnol des lettres et des arts plastiques. Au XVIe siècle, Charles Quint et Philippe II voulaient imposer par les armes l’hégémonie de l’Espagne en Europe. Le duc de Lerma, favori de Philippe III, insista pour montrer la grandeur espagnole, impressionnant les ambassadeurs étrangers avec ces grands festivals, qui cachèrent pendant quelque temps la décadence d’une nation épuisée par les guerres du siècle précédent.
Date: 8 septembre.
Célébrations dédiées à la sainte patronne, la Nativité de Marie, ou Nativité de la Bienheureuse Vierge Marie, célébrée le 8 septembre.
Pendant plusieurs jours, différentes activités culturelles, sportives, religieuses, etc. sont organisées. Le samedi précédant les fêtes, a lieu la proclamation de la cour d’honneur. L’acte qui commence réellement les festivités est le « chupinazo » (fusée pyrotechnique) et se déroule depuis le balcon du duc du Palais de Lerma. Défilés de peñas, corridas, fêtes de rue, feux d’artifice, concerts, fêtes patronales, etc.
Plus de 25 peñas colorent et animent les rues du village durant ces journées.