retrato del Cura Merino

Nació en el pequeño pueblo de Villoviado, pedanía de Lerma, el 30 de Septiembre de 1769. De joven ayudaba a su familia en las tareas de la agricultura y pastoreo, posteriormente estudió la carrera sacerdotal, siendo ordenado sacerdote en Covarrubias a los 26 años, siendo nombrado párroco en su pueblo natal.

En 1808 las tropas francesas de Napoleón, saqueaban los pueblos de la zona para aprovisionamiento de víveres, realizando numerosas tropelías. El Cura Merino, conocedor de la zona, les hizo frente al mando de una partida de 2000 hombres, controlando el “Camino Real”, apresando convoyes y correos franceses.

Por sus acciones victoriosas, la Junta Suprema le nombró sucesivamente Capitán y Teniente Coronel, siendo galardonado con la “Cruz Laureada de S. Fernando”. Ganó 58 batallas a las tropas francesas; destacando la toma de Roa, el rescate de Burgos, Ezcaray, Hontoria del Pinar, Quintana de Puente, Quintanapalla y su brillantísima intervención en la batalla de Vitoria. Fue el inventor de la “guerra de guerrillas” realizando emboscadas por caminos y pueblos. De él dijo el mismo Napoleón que “prefiero la cabeza de ese cura a la conquista de cinco ciudades españolas”. Se sucedieron sus ascensos y condecoraciones de guerra, llegando a ser nombrado Mariscal de Campo por el rey Fernando VII.

Mausoleo del Cura Merino
Mausoleo del Cura Merino

Concluida la Guerra de Independencia, volvió de párroco a su pueblo. Más tarde, al morir el monarca, el Cura Merino luchó al lado de los Carlistas, siendo nombrado General en Jefe de todas las tropas en Castilla y Extremadura, al mando de 11.000 hombres. A la derrota del ejercito carlista, el Cura Merino se exilió en Alençon, un pueblo de la bretaña francesa, donde pasó sus últimos cinco años de su vida. Murió el 12 de Noviembre de 1844, a los 75 años. En 1968 el Ayuntamiento de Lerma solicitó sus restos, siendo repatriado a la villa. Desde mayo del mismo año sus restos reposan en la Plaza de Santa Clara, en un sencillo mausoleo, junto al mirador de los Arcos.

Ruta del Cura Merino

La ruta comienza en Lerma y termina en Sto. Domingo de Silos. Pero se puede hacer al revés. Se visita Revilla-Cabriada, Villoviado, Castrillo Solarana, Solarana, Nebreda, Cebrecos, Tejada, Quintanilla del Coco y Santibáñez del Val. Son los pueblos donde el Cura Merino, famoso guerrillero, reclutó sus primeras tropas. En esta ruta intercambiaremos arte diverso, construcción popular y paisajes naturales. La duración es variable, según se haga todo o se vaya eligiendo lo que más convenga en cada momento, pero se aconseja una jornada entera. Si vas a hacer senderismo, lleva buen calzado.

Consejos: Disfruta de cada pueblo, estate atento a los múltiples detalles que en ellos existen, observa su arquitectura popular, valora sus encantos, métete en la naturaleza y respétala. Y no dudes en charlar con sus gentes: gentes mayores, en su mayoría, con la sabiduría de los muchos años y con la sencillez y hospitalidad de la buena gente. Las iglesias, normalmente, se pueden visitar preguntando por la llave: pídela con respeto y hazte acompañar. No se pueden sacar fotografías.

Kilómetros: Unos 45 km. Recorreremos una carretera con buen asfalto.

Dónde comer: Tanto en Silos como en Lerma hay buenos restaurantes donde repostar fuerzas. En cualquier caso, si el tiempo lo permite, también es bueno llevar una comida campestre.

Servicios:

  • Gasolinera: sólo en Lerma.
  • Tiendas: en Lerma y Silos.
  • Farmacia: en Lerma y Silos.
  • Bares: los domingos hay en todos los pueblos del recorrido.

 

 

La ruta: Durante nuestra ruta seguiremos básicamente la carretera comarcal BU-900, con dirección a Silos, que está a la entrada de Lerma.

 

 

Nuestra ruta ha terminado: retorna a la carretera y llégate hasta Silos. Disfruta allí del arte románico, de la oración de los frailes, de la sencillez castellana… Esperamos que te guste y que vuelvas, cuando quieras, por estas tierras. ¡Te esperamos!.